IAMCR Newsletter | Noviembre 2012
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Cees J. Hamelink, Presidente honorario de la AIECS
Entre los temas de interés que la AIECS debe abordar, la CMSI +10 (Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información) ocupa un lugar destacado. Para la CMSI +10 el reto más apremiante es la necesidad de una reforma democrática en la maquinaria de la toma de decisiones de la ONU en los campos de la información y la comunicación.
La cuestión de la democratización de la toma de decisiones públicas en los ámbitos de la información y la comunicación ha estado en la agenda de la sociedad civil desde los debates sobre el Derecho a la Comunicación, en la iniciativa de la Carta de Comunicación Popular (en 1992) y en las contribuciones de las organizaciones no gubernamentales en la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre la Sociedad de la Información (2003 y 2005).
Un arreglo democrático tiene reglas, procedimientos y mecanismos institucionales para asegurar la rendición de cuentas pública. El principio de la rendición de cuentas implica lógicamente la posibilidad de una acción correctiva por aquellos cuyos derechos a la participación y la igualdad puede ser violada. Solamente a través de medidas remediales los estándares fundamentales podrán ser implementados. Los afectados deben tener acceso a procedimientos de queja, el arbitraje, la adjudicación y la indemnización si quienes toman decisiones participan en actos dañinos. El proceso de establecer responsabilidad sobre las decisiones tomadas y exigir una indemnización por los agravios infligidos, asegura la naturaleza igualitaria del acuerdo democrático.
Algunas partes de las conclusiones de las Cumbres de 2003 y 2005 incluyen un análisis serio y estructural del contexto político y económico en el que tiene lugar el actual desarrollo de la información. Las cuestiones del control y el poder no se consideraron en realidad, por ello deben ser abordadas en 2015. Muchas de las propuestas loables y planes de acción elaborados por la cumbre eran repeticiones de los compromisos anteriores que la Asamblea General había adoptado, pero nunca implementado. Es un momento clave para que las Naciones Unidas reflexionen críticamente sobre su pérdida de credibilidad ante las persistentes brechas entre sus declaraciones y sus acciones. La reunión de 2015 ofrece a la comunidad internacional una oportunidad única para reflexionar sobre su falta de voluntad para poner en práctica lo que predica.
Sobre la importante cuestión de la "brecha digital" nunca se cuestionó si puede ser resuelta por completo en el paradigma de desarrollo dominante. No hubo discusión crítica sobre los principales acuerdos internacionales que impiden el logro de tales objetivos como el acceso universal. No hubo discusión seria acerca de lo que precisamente representa una sociedad de la información y de cómo sus potenciales beneficios y riesgos se distribuyen en diferentes sectores sociales. En este contexto debe tener lugar un debate importante acerca de la necesidad de un cambio conceptual. En otras palabras: ¿Cómo puede la comunidad internacional pasar de un discurso sobre la Sociedad de la Información para centrarse en las "Sociedades Comunicativas"?
Tal movimiento progresivo implicaría la necesidad de que la reunión de 2015 aborde la forma deseada de interacciones futuras entre las sociedades y las Tecnologías de Información y Comunicación. Para ello sería necesario el diseño de escenarios creativos para el año 2050. Tales escenarios tendrían que reconocer que la globalización de las Sociedades de Comunicación está profundamente obstaculizada por la persistencia en todo el mundo de los marcos nacionales (istas). Esto desafía a la comunidad mundial para explorar cómo los actuales marcos políticos pueden ser desnacionalizados.
Lo que estará en juego en las futuras Sociedades Comunicativas será – en el contexto presente de grandes desigualdades- la distribución equitativa de los recursos, el poder y la dignidad. No es realista esperar que la CMSI +10 pueda lograrlo, pero colocar este desafío en su agenda política con la ayuda de la comunidad de la AIECS será un comienzo prometedor.